Por fin empezaron las vacaciones de invierno y llegó para Fran el momento más esperado: ir a la colonia del Club Italiano!
Este no es cualquier club, sino un lugar donde Fran generó vínculos de amistad y pertenencia. Un lugar que le brindó la posibilidad que muchos otros le negaron, la de jugar, divertirse y hacer amigos mientras aprenden diversos deportes.
Siempre voy a estar agradecida a esta emblemática institución del barrio de Caballito que nos abrió las puertas y también los brazos y el corazón.
Aquí con Bruno, el coordinador de natación, Juan el guardavidas y algunos de los profes!
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